Jigoro Kano, el gran maestro del Judo


Jigoro Kano, el gran maestro del Judo

Por Héctor Ledesma

Cómo ya les hemos contado el Judo es un arte marcial de origen japonés de lucha en el que no se utilizan golpes. Hablando con distintas personas acerca de los grandes maestros, creadores de algunas de las artes marciales orientales, comentaban con asombro la cultura que poseían. Vamos a ofrecerles una semblanza del gran Maestro Jigoro Kano, creador del Judo.

JIGORO KANO


Ha habido muchas influencias en las artes marciales provenientes de grandes maestros de lejanos países, pero sin duda uno de las más influyentes es la que tuvo y tiene (inclusive después de su fallecimiento) el gran maestro Jigoro Kano. Fue el maestro fundador del arte marcial y el deporte de combate Judo, además de profesor destacado de educación física, traductor en idiomas extranjeros (Inglés - Japonés) y economista; así como miembro de la diplomacia japonesa.
La historia de Jigoro Kano (嘉納 治五郎 Kano Jigoro) empieza en las pequeñas calles de Mikague (actualmente forma parte de la ciudad de Kobe) bahía de Osaka el 28 de octubre de 1860, fecha de su nacimiento. Siendo el menor de una familia de cinco hijos. Es hijo de Jirosaku Shogenji y Osaka Kano.
Kano se crio en una familia adinerada. Vivió gran parte de su infancia en el “Pabellón de mil velas” (una de las urbanizaciones más lujosas de la zona).
Algo que significó mucho en la crianza de Jigoro Kano fue las enseñanzas por parte de la madre. Ya que era una señora estricta y cortés.
Cuando Kano tenía visitas de sus jóvenes amigos la madre le enseñaba el sentido de la cortesía, haciéndole entregar dulces a sus invitados, pero, siempre expresaba claramente que él debía agarrar de último porque primero son los invitados. Estas acciones influyeron mucho en la vida de Kano y en su vida marcial. Su madre fallece cuando Kano tenía nueve años.
El joven Kano fue apuntado en escuelas privadas, y tenía su propio tutor de inglés. En 1874 fue mandado a una escuela privada dirigida por europeos para perfeccionar sus habilidades de idioma inglés y alemán.


UN AMOR POR LA ENSEÑANZA Y LA PEDAGOGÍA


Una de las principales virtudes de Kano fue la educación. Su amor por la enseñanza comenzó desde sus primeras clases privadas con el maestro Yamamoto (confucionista y pintor). Yamamoto instruyó a Kano desde los siete años hasta los once. Aquí empezaría el amor por la pedagogía. Después de la instrucción de Yamamoto, Kano ingresaría a la academia privada de Seitatsu Shojuko (una de las mejores academias de la zona) estaba dirigida por el maestro Keido Ubukata. Durante entretenidas conversaciones después de clases, Keido le sugiere a Kano estudiar algún idioma occidental.
Influencia que tuvo efecto en el joven Kano, ya que en 1874 ingresó a la escuela de lenguas extranjeras de Tokio y posteriormente empezó estudiar en la universidad de Tokio en 1877. Se especializó en la pedagogía, ocupando varios puestos de enseñanza y asesor sobre distintos métodos de enseñanza.
A pesar de su posterior dedicación al Judo, Jigoro Kano se dedicaba en un principio a la enseñanza en las escuelas, y a la práctica regular del Jiu-jitsu (estilos Tejin Shin´yo-ryu y Kito-ryu), en privado. Posteriormente ingreso en la Universidad Imperial de Tokio en junio de 1881, donde se especializó en ciencias políticas y economía, que en ese momento eran impartidas por el Departamento de estética y moral. Se graduó en julio de 1882, y al mes siguiente comenzó a trabajar como profesor en la Gakushuin, o Escuela de Pares en Tokio. Ya en 1883, Kano fue nombrado profesor de economía en la Universidad Agrícola de Komaba (en la actualidad Facultad de Agronomía de la Universidad de Tokio), pero en abril de 1885 regresó a la Gakushuin.
Teniendo en cuenta que se especializó en ciencias políticas y economía, la familia de Kano pensaba que después de graduarse de la universidad continuaría su carrera en un ministerio del gobierno. De hecho, a través de amigos influyentes de su padre se le ofreció inicialmente un cargo en el Ministerio de Hacienda. Sin embargo, su amor por la enseñanza le llevó en su lugar a aceptar una posición en la enseñanza de Gakushuin. Los estudiantes de la élite de Japón asistían a Gakushuin y erna de mayor posición social que sus maestros. Por ejemplo, a los estudiantes se les permitía viajar en carros tirados por personas (jinrikisha) mientras los maestros lo tenían prohibido. Los maestros a menudo se veían obligados a visitar los hogares de sus estudiantes para dar instrucciones o consejos. De algún modo, los profesores eran tratados aún como siervos de la nobleza.
Kano creía que esto era inaceptable. Se negó a jugar el papel subordinado en la enseñanza de sus alumnos. Para él un profesor debía imponer respeto. Al mismo tiempo. Empleó en sus clases los últimos métodos pedagógicos europeos y estadounidenses, influenciado especialmente por las teorías del educador estadounidense Jhon Dewey. Los métodos de Kano no tuvieron el efecto deseado en sus estudiantes, tampoco sus ideas encontraron aceptación en la administración hasta la llegada de un nuevo director.
La filosofía educativa de Kano era una combinación de los métodos tradicionales japoneses del neo-confucianismo y las filosofías contemporáneas de Europa y América, que incluían el instrumentalismo, el utilitarismo, y “progresismo evolutivo”, como se denominaba entonces al darwinismo social.
Los objetivos de la filosofía educativa de Kano y sus métodos (que eran de hecho los de la mayoría de los programas japoneses educativos de los principios del siglo XX) eran: el desarrollo de la mente, cuerpo y espíritu en igual proporción; el aumento del patriotismo y la lealtad, especialmente hacia el emperador, la enseñanza de la moral pública y el aumento de la fuerza física y la resistencia sobre todo con el propósito de hacer a los hombres jóvenes más aptos para el servicio militar.
En agosto de 1891 contrajo matrimonio con Sumako, la hija mayor del sensei Takezoe, en otro tiempo embajador en Corea. Tuvieron nueve hijos, seis hijas y tres hijos, uno de los cuales, Risei, llegó a ser la cabeza del Kodokan y de la Federación de Judo de Japón. Mientras tanto, continuaba su carrera de funcionario, en la que iba ascendiendo progresivamente, así que en 1893 fue nombrado Decano de la Escuela Normal Superior de Tokio. Su mentalidad progresista fue revolucionaria para el sistema educativo japonés, pues abrió las puertas a los estudiantes procedentes de las clases sociales más bajas y forzaba a los que procedían de la aristocracia a realizar tareas humildes para disciplinarlos.
En enero de 1891, Kano fue nombrado para un cargo en el Ministerio de Educación. Sin embargo, en agosto de 1891 lo abandonó para convertirse en decano de la Quinta Escuela Normal Superior (hoy Universidad de Kumamoto).
Durante el verano de 1892 Kano fue a la ciudad china de Shanghái para ayudar a establecer un programa de intercambio que permitiría a los estudiantes chinos estudiar en Japón. Kano volvería a visitar Shanghái en 1905, 1915 y 1921.
En enero de 1898 fue nombrado director de educación primaria en el Ministerio de Educación, y en agosto de 1899 recibió una beca que le permitió estudiar en Europa. Donde mejoró su conocimiento previo de los idiomas extranjeros, haciéndose intérprete y traductor. Su barco partió de Yokohama el 13 de septiembre de 1899, y llegó a Marsella el 15 de octubre. Pasó casi un año en Europa, y durante este viaje, visitó París, Berlín, Bruselas, Ámsterdam y Londres. Regresó a Japón en 1901. Poco después reasumió su cargo como presidente de la Escuela Normal Superior de Tokio, permaneciendo en este cargo hasta su jubilación el 16 de enero de 1920.
La calistenia, era el sistema de ejercicio físico practicado en aquel momento, podía ser aburrida, especialmente en las enormes formaciones en que se practicaba; por otro lado, en los niveles educativos secundarios y universitarios, los deportes como el béisbol y el rugby no eran una fuente práctica de ejercicio físico para las masas sino un pasatiempo practicado en las pocas locaciones que había para su práctica, y buscaba ser aceptado por la mentalidad de aquel entonces. Además, a nivel de deporte de élite ninguno de esos deportes, incluso el propio judo, ponía demasiado énfasis en el desarrollo moral o intelectual de sus practicantes. En cambio, los entrenadores y los atletas de élite tendían a enfatizar la victoria a cualquier costo.

Para Kano, la forma de incluir el deseado ejercicio físico en el marco de su filosofía educativa se resumió, en una palabra: Judo. El Judo no se debía enfocar únicamente en el sentido de lanzar o derribar a otra persona, ni de ganar a cualquier costo; su enfoque era en el sentido de "conseguir la máxima eficacia con el mínimo esfuerzo" y "bienestar y beneficio mutuos". O como Kano mismo le dijo a un periodista en 1938: "Cuando ceder es el uso más eficiente de la energía, entonces ceder es judo".


JIGORO KANO Y LAS ARTES MARCIALES


Según varios historiadores y biógrafos, Kano sufría el acoso de algunos “matones y rufianes” quizás debido a su débil condición física, media 1,57m y pesaba 41 kg, lo cual motivó a Kano a entrenar distintos estilos de Jiu jitsu. Primero entreno Jiu jitsu tesnshin’yo-ryu bajo la tutela de Hashinosuke Fakuda, este estilo de Jiu jitsu se especializaba en atemi waza (técnicas para golpear puntos del cuerpo anatómicamente débiles) y ne-waza o nage waza (técnicas de control en el suelo).
Las artes marciales en general estaban entrando en un ámbito de decadencia debido a que la sociedad japonesa ya no consideraba útil las prácticas de estas viejas costumbres. El maestro Hashinosuke Fakuda falleció cuando Kano ya tenía un año entrenando en su escuela. Por lo cual siguió sus estudios con el maestro Masamoto Iso quien muere en el año de 1881.
Después del fallecimiento de su antiguo maestro, Kano ingresa a la escuela de Jiu jitsu Kito-ryu bajo las enseñanzas de Tsuneyoshi Likubo. Este jiu jitsu se especializaba en nage waza (técnicas de proyecciones) también este estilo de Jiu jitsu tenía fuertes enseñanzas filosóficas y esotérica, las cuales Kano le resultaba de gran interés y las estudió muy bien. En 1881 el maestro de Kano, Tsunetoshi Likubo le concede la licencia para la enseñanza del jiu jitsu Kito-ryu, logrando así el inicio de su camino en la enseñanza de las artes marciales.
Estudiando otros estilos de jiu jitsu y diferentes luchas japonesas, logra recopilar una gran cantidad de técnicas y filosofías. Esta le serviría para crear uno de los artes marciales más practicados en el mundo actual, el judo. El judo se establece por primera vez en el año de 1882 con el nombre de “Kodokan judo” en un espacio alquilado en el distrito de Shimatoni. El judo se diferenciaba de las otras artes marciales por tener una filosofía de autodescubrimiento o de una forma de vida. Ya que judo significa “el camino de la suavidad”. Kano, al ser educador de profesión, estableció un pensum de enseñanza en el judo. Esto significó una gran diferencia entre el judo y las distintas artes marciales que se practicaban en Japón.
Para nombrar su sistema, Kano revivió un término que Terada Kanemon, el quinto director del Kito ryu, había adoptado cuando fundó su propio estilo, el Jikishin-ryu o traducido como» judo». El nombre combinaba los caracteres ju, que significa «flexibilidad», y do, que es literalmente «El camino», pero en sentido figurado significa «método».
Desde un punto de vista técnico, Kano combinó las técnicas de lanzamiento del Kito ryu y las técnicas de asfixia y fijación del Tenjin Shinyo ryu. Como tal, Koshiki no Kata de judo preserva las formas tradicionales del Kito Ryu con solo pequeñas diferencias con la tradición principal. Del mismo modo, muchas de las técnicas del Tenjin Shinyo ryu se conservan en el Kime no Kata.
Le daba vueltas en la cabeza la idea de introducir ciertas reformas en el jujutsu, porque era evidente que su delgadez le dejaba en desventaja frente a un contrincante más corpulento, así que empezó a trabajar en técnicas que requirieran un mínimo esfuerzo. Desarrolló la manera de arrojar a su oponente al suelo con sólo un giro alrededor de los hombros, una técnica a la que dio el nombre de kata-guruma, y que pronto fue seguida de otras muchas, basadas en que había que desequilibrar al contrario para poder proyectarle luego con facilidad, mediante un giro de la cadera o de los hombros. No creó un nuevo sistema de jujutsu, simplemente aplicó una serie de principios científicos y eliminó aquellas técnicas que le parecieron lesivas o peligrosas, todo lo cual le llevó a disciplinar no sólo el cuerpo, sino también el espíritu.
Inicialmente, Kano tomó ideas prestadas de todas partes. El Maestro Kano asevero que tomo en conjunto todos los puntos positivos que aprendió sobre las diversas escuelas y agregó sus propios inventos y descubrimientos, por lo que ideo un nuevo sistema para la cultura física y el entrenamiento moral, así como para concursos ganadores. Sin embargo, después de que el judo se introdujo en las escuelas públicas japonesas, hubo una mayor estandarización del kata y la técnica de torneos.
Posteriormente Kano también supervisó el desarrollo y crecimiento de su organización de judo, el Instituto de Judo Kodokan. Este fue un esfuerzo notable en sí mismo, ya que la matrícula del Kodokan aumentó de menos de una docena de estudiantes en 1882 a más de mil miembros con calificación de dan en 1911.
En 1884, pasó a prestar sus servicios en el Ministerio de la Casa Imperial; ese fue el año en que se establecieron finalmente las reglas del Kodokan (literalmente 'escuela para el estudio de la vía'). Aquel pequeño dojo inicial se había convertido en un gran centro al que acudían japoneses y extranjeros. Jigoro adoptó entonces el que sería el lema del judo: "Sólo a través de la ayuda y de las concesiones mutuas puede un organismo que agrupa a individuos en gran o en pequeño número encontrar su plena armonía y realizar progresos serios", y tomó como emblema la flor del cerezo (sakura). El éxito fue inmediato y, como era previsible, surgió una fuerte rivalidad entre el judo y el jujutsu, que asistía a su declive durante estos últimos años del siglo XIX. Hacia 1886, Kano cambió de nuevo el emplazamiento de su escuela a la residencia de uno de los personajes más influyentes de la Era Meiji, el barón Yajiro Shianngawa, lo que dio al judo el espaldarazo definitivo sobre el resto de las artes marciales.


Cinco años más tarde, en 1920, se jubiló para dedicarse por completo a la difusión del judo, pero, para entonces, ya contaba miles de adeptos. El Kodokan, situado en Suidobashi, celebró su cincuenta aniversario en 1934 con una impresionante ceremonia a la que asistió el príncipe imperial y otros altos cargos de Japón. A su muerte, en 1938, dejó una obra escrita, Kodokan, en la que se exponían los fundamentos de su filosofía. En 1962 se construyó en Tokio un nuevo edificio, llamado Budokan, para reemplazar al Kodokan y dar cabida a maestros de otras disciplinas de jujutsu, como el aikido, y dos años después se consiguió que el deporte del judo fuera considerado disciplina olímpica. Las mujeres por su parte, no lo verían incluido en su programa hasta los juegos de Seúl.


En el Comité Olímpico Internacional

Kano, gracias a sus conexiones familiares y diplomáticas se involucró en las actividades del Comité Olímpico Internacional (COI) en 1909. Ello ocurrió después de que Kristian Hellström, del Comité Olímpico Sueco, escribiera a los gobiernos de Japón y China para preguntar si iban a enviar equipos representativos a los Juegos Olímpicos de 1912. El gobierno japonés no quería negarse a participar en un escenario internacional como aquel, por lo que se encargó al Ministerio de Educación, que se volvió hacia Kano, por entonces un profesor de educación física e idiomas, con experiencia reciente en Europa. Kano aceptó representar al Japón en el Comité Olímpico Internacional, y, después de hablar con el embajador de Francia en Japón y revisar la documentación enviada por los suecos, obtuvo, en sus palabras, "una idea bastante buena de lo que eran los Juegos Olímpicos".
Para cumplir sus funciones como miembro, representante del continente asiático en 1912 Kano ayudó a establecer la Asociación Atlética Amateur de Japón (Dai Nippon Tai-iku Kyokai), que tenía la misión de velar por el deporte aficionado. Kano fue el representante oficial de Japón para los Juegos Olímpicos de Estocolmo de 1912, y estuvo involucrado en la organización de la edición de los Juegos del Lejano Oriente que se celebró en Osaka en mayo de 1917. En 1920 Kano representó a Japón en los Juegos Olímpicos de Amberes, y durante la década de 1920 trabajó en el Consejo Japonés de Educación Física. No tomó parte importante en la organización de los Juegos del Lejano Oriente de 1923 (también celebrados en Osaka), ni asistió a los Juegos Olímpicos de 1924 en París, pero representó a Japón en los Juegos Olímpicos de Amsterdam (1928), Los Ángeles (1932), y Berlín (1936). De 1931 a 1938, también fue uno de los portavoces internacionales más importantes en la candidatura del Japón para los Juegos Olímpicos de 1940.
El objetivo principal de Kano era, según sus palabras, reunir a la gente por una causa común, con un sentimiento de amistad. Sus metas en principio no incluían el introducir al judo como deporte olímpico. Como él mismo dijo en una carta al maestro británico Gunji Koizumi en 1936: 

Me han preguntado por personas de diversos sectores en cuanto a la sabiduría y la posibilidad del Judo de ser introducido en los Juegos Olímpicos. Mi punto de vista sobre el asunto, en la actualidad, es más bien pasivo. Si es el deseo de los otros países miembros, no tengo ninguna objeción. Pero no me siento inclinado a tomar la iniciativa. Por un lado, el judo, en realidad, no es un mero deporte o juego. Lo considero como un principio de vida, arte y ciencia. De hecho, es un medio para la realización cultural personal. Sólo una de las formas de entrenamiento de Judo, el denominado randori puede ser clasificado como una forma de deporte... [Además] los Juegos Olímpicos están tan fuertemente influidos por el nacionalismo que es posible que el judo se vea influenciado por ello hasta devolver la competición de Judo a una forma "bárbara" de lucha como lo era el jiu-jitsu antes de que fuera fundado el Kodokan. El Judo debería ser y permanecer tan libre como el arte y la ciencia de las influencias externas - política, nacional, racial, económica o cualquier otro interés organizado. Y todo lo relacionado con él debería dirigirse a su objetivo final, el beneficio de la humanidad.


En 1962, años tras el fallecimiento del maestro Kano, el Comité Olímpico Internacional (C.O.I.) decidió aceptar al Judo como parte del programa oficial de los Juegos Olímpicos, haciendo este deporte en la categoría masculina su aparición oficial en los JJ. OO. de 1964.

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